Por Andrea Park
Marina y Ricardo Larroudé estuvieron entre las muchas personas que se quedaron sin empleo durante la pandemia.
Marina, de 41 años, quien era vicepresidenta y directora de moda de la ahora cerrada Barneys, dice que el momento no podría haber sido peor para su familia, ya que el mundo se detuvo y hubo pocas oportunidades laborales disponibles.
Pero en lugar de aceptar el tedio del encierro, ella y su esposo Ricardo, de 42 años, lanzaron la línea de ropa Larroudé y pasaron sus días construyendo un equipo de forma remota, estableciendo logística de terceros, investigando fábricas y recaudando capital inicial, con todas sus reuniones realizadas en Zoom.
“Decidimos tomar las riendas de nuestro propio futuro y crear nuestra propia empresa”, comenta Marina, que antes de su puesto en Barney's fue una conocida editora y directora de moda en Teen Vogue y Style.com. “Juntos tenemos 40 años de experiencia, yo en la industria de la moda y Ricardo en finanzas y operaciones. Él ha estado siguiendo la industria de la moda todos estos años y siempre hemos hablado de cómo la haríamos diferente si tuviéramos nuestro propio negocio”.
Los Larroudés incluso trabajaron mientras conducían una casa rodante desde Nueva York a Malibú y de regreso con sus hijos durante más de un mes, parando en parques nacionales en el camino y cumpliendo un sueño de toda su vida.
“Este país es tan hermoso”, dice Marina. “Estamos ansiosos por volver a hacerlo. Lo hicimos todo cuando empezamos Larroudé. Fue el comienzo perfecto de la aventura de nuestra vida”.
Larroudé lanzó en diciembre pasado una línea de zapatos, bolsos y ropa; Marina caracteriza la estética como "alegre y divertida". Los zapatos irreverentes y coloridos de Larroudé se han vuelto omnipresentes en Instagram, pero la marca cuenta con un atractivo más amplio, con celebridades como Rita Ora, Normani y Amy Sedaris entre los fanáticos de Larroudé. Incluso se ha visto a la primera dama Jill Biden luciendo Erin, un clutch negro con relieve de piel de cocodrilo.